¿Mercurio retógrado o falta de responsabilidad?

Tengo unas amigas a las que quiero muchísimo, pero hay algo que siempre me saca de onda: cada vez que algo sale mal, sueltan un “¡es que Mercurio está retrógrado!”. Lo dicen con tanta seguridad que por momentos me hacen dudar.

Y ojo, no es que yo no tenga mis propias creencias "místicas". Me encanta todo lo relacionado con la astrología, la magia, leer sobre distintos temas y practicar algunas cosas. Sé que hay algo más llá, y por mi educación, lo que tengo más cerca es la escuela católica. Reconozco que estas creencias pueden ayudarnos a encontrar calma en ciertos momentos.}

Pero ahí es donde me pregunto: ¿Realmente hay que echarle la culpa siempre a lo mágico? ¿A Mercurio? ¿A los astros? ¿Al universo? ¿A los Dioses? Digo... sí, puede influir, pero tampoco es para tanto y siempre y que por todo lo digas.

El comodín cósmico.

Según la astrología, Mercurio retrógrado es un periodo en el que el planeta parece moverse hacia atrás en el cielo, y se asocia con fallos en la comunicación, retrasos, malentendidos y caos tecnológico. Pero también, según algunos grimorios y textos antiguos, Mercurio tiene una influencia “maléfica” que hace a las personas inconstantes, habladoras, olvidadizas, jactanciosas, falsas y taimadas.

Y ahí es donde me entra la duda: si esas características están presentes todo el año, ¿no será que simplemente estamos viendo el reflejo de nuestras propias decisiones y comportamientos?

Muchas veces usamos explicaciones externas para no asumir la responsabilidad de lo que nos pasa. Es más fácil decir “el universo está raro” que aceptar que no revisamos bien un correo, que no escuchamos con atención o que tomamos una mala decisión. Mercurio retrógrado se ha convertido en una especie de comodín cósmico para justificar errores humanos.

No se trata de burlarse de las creencias de nadie, sino de reflexionar sobre cómo a veces preferimos mirar al cielo en lugar de mirar hacia adentro. ¿Y si en vez de culpar a los astros, empezamos a hacernos responsables de nuestras acciones?

Mercurio retrógrado puede ser una metáfora útil para pausar, revisar y reflexionar. Pero no debería ser el chivo expiatorio de nuestra falta de atención o compromiso. Porque al final, el verdadero cambio no viene del cielo, sino de nosotros mismos.

*(imagen proporcionada por IA)