Reflexión: Cuando el monstruo se burla del dolor.
Hay casos que duelen incluso sin conocer personalmente a las víctimas. Escuché uno en un podcast que me dejó pensando por días. Una mujer fue secuestrada, lastimada, y finalmente asesinada. Lo más cruel no fue solo el acto, sino lo que vino después: el agresor, se presentó en el funeral como si nada, llevando el collar que la víctima siempre usaba. Lo mostró frente a la familia, como si fuera un trofeo. Nadie pudo hacer nada. No había pruebas suficientes en ese momento. Solo el descaro. Y ahí es donde me pregunto: ¿cómo se le llama a alguien así? ¿Qué tipo de monstruo no solo destruye una vida, sino que se alimenta del dolor ajeno, lo exhibe y se burla? No hay palabra que alcance. No hay justicia que repare. La familia, demasiado buena, lo dejó entrar. Tal vez por miedo, por respeto porque según en ese momento le estaba ayudando a buscarla. Pero ese momento, esa imagen del collar en el pecho del agresor, es una herida que no se borra nunca de la familia. Este tipo de personas no deberí...